En la Facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le
pregunta: “¿Cuántos riñones tenemos?”
“¡ Cuatro !”, responde el alumno.
“¿Cuatro?”, replica el profesor, un arrogante de esos que siente placer en pisotear
los errores de los alumnos.
los errores de los alumnos.
“Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en la clase”, le ordena el
profesor a su auxiliar, “! y para mí un cefecito ¡”, replicó el alumno.
profesor a su auxiliar, “! y para mí un cefecito ¡”, replicó el alumno.
El profesor se enojó y expulsó al alumno de la clase.
Al salir de aula, todavía el alumno tuvo la audacia de corregir al furioso
maestro:
“Usted me preguntó cuántos riñones “tenemos”
Tenemos cuatro: Dos míos y dos suyos. Porque “tenemos” es una expresión
usada para el plural.
¡ Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto ¡.
La vida exige mucho más comprensión que conocimiento. A veces, las
personas, por tener un poco más de conocimiento o ‘creer’ que lo tienen, se
personas, por tener un poco más de conocimiento o ‘creer’ que lo tienen, se
sienten con derecho de subestimar a los demás...
“ No lo olvides: No seas nunca arrogante con los humildes, ni humilde
con los arrogantes “.
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