La pretensión del autor no es otra que relatar el día a día de 1.347.625 jubilados que de momento hay en Andalucía, representados modestamente por cinco de ellos, no sé si sería de aplicar un proverbio africano: “La riqueza de un pueblo se mide por el legado de sus ancianos”, que a lo mejor no es de su plena justificación cuando nos referimos a esta antigua tierra.
La verdad es que estamos manipulados por esos hombres pequeñitos, que siempre ocupan altos cargos, normalmente carentes de principios, que usan mucho el divide y perderás. Por tanto es hora de que cada uno de nosotros empecemos a mostrar el único colmillo que nos ha quedado en la dentadura, plantear desafíos, organizarnos y dejar de ser fatalistas.
Perder el entusiasmo es muy nocivo para una persona mayor, sabemos que hay viejos que sienten placer al quejarse, particularmente a éstos son los que hay que darles la vara; ha llegado ya el momento de actuar.
Decimos y proponemos ideas que algunos consideran un poco utópicas, pero hay que tener en cuenta que estamos en un desfiladero y desde arriba nos arrojan de todo. Solución: Sitúate arriba y no te quejes tanto.
En fin se trata de aplicar nuestra experiencia, ingenio, con un poco de creación e inventiva, que aunque casi todos hemos pasado ya de ser sexagenarios mantenemos la suficiente lucidez. A ver si nos pasa como cuando escuchas una música que te gusta y lo primero que haces es subir el volumen; así que levanta la voz e imponte.
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